Nelson Montero, gerente de la planta de beneficio animal, manifestó que es evidente que el sacrificio clandestino sigue siendo un fenómeno que continua afectando la cadena de consumo, evadiendo entre otras el control que ejerce el INVIMA para garantizar el estado sanitario de la carne.
Pide al comandante de la policía que el Grupo de Carabineros permanezca en estos controles.
Aseguró Montero, que todo ganado que muere por fuera de la planta no cumple con la norma sanitaria y por tanto, es un producto de alto riesgo para la salud humana.
Como estrategia se estableció en la reunión, que para ejercer estos controles, se debe actuar de manera articulada entre las entidades para logra un resultado favorable a esta situación.
Señaló que se realizará un control en los expendios y fijará un sello que acredite al establecimiento que cumple los requisitos exigidos y se sancionará contundentemente a quienes infrinjan lo establecido.
Finalmente anunció que el primer lunes del mes de junio será la fecha para la realización de próxima reunión, las que se estarán efectuando periódicamente para evaluar los avances.