Yulieth y su hijo llegaron en la noche del sábado 25 de febrero al Parque de la Constitución, en San José del Guaviare, abordando camiones de carga desde Villavicencio lograron llegar.
¿Los motivos?
Según la madre, el desespero y la presión de su familia por el cuidado de su hijo, la llevaron a tomar esa decisión de entregarlo a la guerrilla. “Mi hijo a veces no hace caso, no me colabora, yo trabajo. Mi familia me tiene desesperada de tantas quejas de que no lo deje salir tanto a la calle (…) toda mi familia empieza a llamarme. Fue un desespero que no daba más”, dijo.
“Me dijeron (la familia): para que ese niño no se le vaya a dañar de aquí a mañana, es mejor que lo entregue (a la guerrilla). Es mejor entregarlo o verlo perdido en las calles o en las drogas”, añadió.
Yulieth trabaja en una clínica en el área de servicios generales, relata que pidió ayuda al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Policía de Infancia y Adolescencia, pero nunca recibió atención. El examen médico de consumo de sustancias psicoactivas salió negativo, por lo tanto, las entidades no vieron la necesidad de internarlo en un centro de rehabilitación.
Agrega: “estando en el parque de San José del Guaviare, una señora me dijo que no lo llevará a la guerrilla, si lo hacía nunca más iba a volver a mi hijo. Que me devolviera, buscara un trabajo en una finca, pero que no cometiera ese error”.
Yulieth, indicó, que ha sido tan alto el estrés, que ha pensado en atentar contra su propia vida. Tras reconocer su error y escuchar a ciudadanos en el parque central, madre e hijo regresaron este domingo a la capital del Meta.
*Nombre cambiado.
