Juliette de Rivero, representante en Colombia de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, presentó el informe anual del organismo internacional sobre Colombia, en el que quedó clara la preocupación por el aumento de la violencia en el país, las masacres, los de 202 homicidios reportados de líderes sociales y defensores de derechos humanos y los más de 303 asesinatos reportados de firmantes del Acuerdo de Paz.
De Rivero señaló además la falta de presencia integral del Estado en zonas rurales y la falta de garantías que hay para las próximas elecciones donde se estarán eligiendo a los representantes de las curules de paz.
Sobre el Guaviare, la representante se refirió al incidente registrado en las semanas anteriores donde uno de los vehículos de la Misión fue incinerado en inmediaciones del Antiguo Espacio Territorial y de Reincorporación Jaime Pardo Leal en la Vereda Colinas, y aseguró que a pesar de esto siguen muy comprometidos con el acompañamiento en terreno de las comunidades.
Sobre la violencia en zonas rurales, de Rivero indicó que los riesgos se han agudizado y los niveles de violencia homicida se han concentrado especialmente en Antioquia, Cauca, Nariño y Valle del Cauca, departamentos que históricamente también han sido golpeados fuertemente por el conflicto armado.
Una de las recomendaciones que deja el informe es “atender las alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo y los informes de la Misión de Observación Electoral” y que estas se traduzcan en medidas efectivas de protección de la institucionalidad en zonas críticas.
