Con la presencia de historiadores colonos e historiadores indígenas, se expusieron relatos que narran la historia de la explotación del caucho, donde se revivió la memoria de José Eustasio Rivera, autor de la obra literaria La Vorágine el cumplirse sus 100 años.
Los invitados en sus intervenciones hablaron de los hechos de barbarie a que fueron sometidas las familias indígenas en toda esa zona que hoy se conoce como Calamar y Miraflores, por parte de explotadores y comerciantes del caucho, quienes trataban como esclavos a hombres y mujeres de los pueblos étnicos, quienes aún tienen viva en sus mentes lo sufrido por abuelos y padres.
Algunos de los relatores indicaron que La Vorágine es considerada como denuncia de José Eustasio Rivera ante las condiciones del trato que recibían los indígenas por parte de sus patrones como eran conocidos los magnates del caucho y todo lo que sucedió alrededor de la famosa Casa Arana, que también cita José Eustasio Rivera en sus narraciones en La Vorágine.
Hablamos con los organizadores de esta actividad y sobre el balance de la jornada. Luis Carlos Medina, profesional universitario de la Secretaría de Cultura y Turismo, manifestó que como organizadores de esta actividad se sienten complacidos por todo lo que se ha podido lograr y despertar el interés de conocer esa historia que se vivió en parte del territorio del Guaviare.
Por su parte, Blanca Ligia Suárez, gestora cultural y escritora expresó que este es un buen ejercicio liderado por la Secretaría de Cultura y Turismo a través de su área de patrimonio donde se pudo escuchar a personas que de una u otra manera fueron tocados por las barbaridades a que fueron sometidos los pueblos indígenas nativos de esta zona y algunos otros que fueron traídos desde las selvas del Brasil, para el caso de lo narrado por la señora Gilma Suárez, Nazario Acosta e Ismael Sierra de descendencia indígena, narraron lo que alcanzaron a conocer de sus padres y abuelos.
Foto: Secretaría de Cultura y Turismo del Guaviare.
