Los habitantes de la vereda Caño Mosco han expresado su preocupación ante los ataques de jaguares a su ganado, un fenómeno que, según ellos, se debe al desplazamiento de los felinos por la tala ilegal en los bosques cercanos. Los campesinos aseguran que la presencia de motosierras y camiones de madera ha ahuyentado a estos animales de su hábitat, obligándolos a buscar alimento en las fincas ganaderas.
En testimonios recogidos por Marandua Noticias, los pobladores relataron cómo personas externas están ingresando al territorio para cortar madera de forma ilegal, deteriorando el ecosistema y aumentando los conflictos entre humanos y fauna silvestre. Aunque los habitantes han reportado esta problemática a las autoridades, sienten que las respuestas han sido insuficientes y que no se han tomado medidas efectivas para proteger el área.
Varios de los campesinos señalaron que la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y el Oriente Amazónico (CDA) había prometido instalar cercas eléctricas en ciertas veredas para reducir el conflicto con los felinos, pero la entidad no ha regresado desde junio. La comunidad considera que esta situación aumenta la vulnerabilidad de sus animales y la tensión en la zona.
Ante la falta de soluciones, los ganaderos hacen un llamado urgente al Ministerio de Medio Ambiente, la Gobernación, la Alcaldía y las entidades ambientales para que actúen antes de que ocurra una tragedia. Para ellos, es crucial que se implementen medidas de conservación efectivas que permitan proteger tanto a la fauna local como a los medios de vida de las comunidades.
