A 56 kilómetros del municipio de San José del Guaviare se encuentra la vereda Colinas, allí está ubicado uno de los Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación que albergan a excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC-EP, hoy convertido en partido político, luego del acuerdo de paz firmado entre la antigua guerrilla y el Gobierno de Juan Manuel Santos.
Con los procesos de reintegración a la vida civil y los compromisos acordados, excombatientes han iniciado proyectos agropecuarios como una alternativa económica y social con la comunidad residente en Colinas.
Es el caso de Juan Antonio, hace seis meses con diez excombatientes y cinco personas de la vereda iniciaron el cultivo de caña de azúcar , con el objetivo de dinamizar la generación de empleo con la futura producción y comercialización de la panela.
“Nuestro sueño es producir a bajo costo y distribuir en todo el Guaviare panela y miel, porque tenemos todas las ganas de salir adelante y transformar nuestras vidas”, cuenta Juan Antonio Castro, excombatiente de FARC.
“Hoy en día la panela llega del departamento de Santander y llega a $ 2.300 pesos y ya siendo producida en Guaviare saldrá a $1.700 pesos, $600 menos y esto será un alivio para nuestros campesinos”, afirma Juan.
Juan Antonio tiene claro su proyecto, por eso le va contando cada día a más gente de la comunidad para que se unan a su grupo de emprendedores, del que hacen parte personas de la tercera edad, mujeres y hombres que se van distribuyendo las tareas para que el trabajo sea equitativo.
Este proceso cuenta con el apoyo de la Gobernación del Guaviare, por lo que esperan a mas tardar en octubre, tener el trapiche para la transformación de la caña y empezar la producción y distribución de la panela y miel antes de finalizar el año.
“Mientras que cultivamos, ya tenemos el lugar donde montaremos el trapiche porque en un par de meses, ya tenemos que procesar la caña, y queremos distribuir a todas las veredas San José del Guaviare” dice Juan Antonio.
Al lado de su esposa, quién lo impulsa a seguir sus sueños, Juan Antonio consolida su proyecto esperando ampliar la familia cuando ya esté produciendo el cultivo. “Con ella es que hemos luchado para salir adelante. Esperamos primero plasmar este proyecto y después vendrán los hijos”.
Actualmente, la plantación de caña de azúcar tiene un área de 7 hectáreas, y se espera plantar treinta más, y sumar cada día a más personas de la región que le apuesten a la reincorporación socioeconómica de los excombatientes, asociándose como lo han hecho en Colinas.
Fotos/ Misión de la ONU en Colombia
