Desde la mitad del segundo semestre del año pasado, los cultivadores de hoja de coca se empezaron a ver en aprietos.
Pedro Arenas, integrante la corporación VisoMutop, una organización tejedora de historias y facilitadora de diálogos entre diversos actores sociales, políticos e institucionales, manifiesta que en San José del Guaviare los precios de la cosecha se desplomaron y los cultivadores se quedaron con los cultivos en sus parcelas, regándolas con pesticidas para que la plaga no sean arrasadas y obligándolos a fiar el producto a centrales de acopio u optando por cambiarse a otras actividades económicas, como la minería, a través del famoso trueque.
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Precisó que la crisis por las que atraviesan campesinos de varias regiones del país por la falta de compra de hoja y la pasta base de coca es una oportunidad para que el Gobierno Nacional plantee propuestas a los cultivadores y dejen los sembradíos ilícitos.
Es de urgente revisión, el cumplimiento del PNIS y la revisión de la situación de familias que viven en zonas protegidas. Es la tarea del Gobierno Nacional, señaló Pedro Arenas. Los campesinos cocaleros de los departamentos de Putumayo, Guaviare, Caquetá y Meta están preocupados porque no hay plata, es lo que aseguran.
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