Desde la vereda los Cámbulos, un centro poblado a 45 minutos de San José del Guaviare, los campesinos están preocupados por los robos de racimos de plátanos por parte de una familia indígena (Jiw). En la vereda se lleva la cosecha de este producto que esperado por decenas de familias.
Inés García, habitante de la vereda manifestó que la familia espera la noche para ingresar con machetes, hurtan los racimos y madrugan a venderlos a San José del Guaviare. “Nosotros estamos muy cansados porque no es la primera vez. Ya llevamos años esperando a que alguien nos escuche y tenga una solución”.
Según la denuncia, esta familia inició hace días con los robos en los cultivos, pero la situación se presenta desde hace cuatro años en la vereda.
Para los campesinos la respuesta que han recibido es qué, los territorios son de la etnia y la toma de racimos es un supuesto proceso de recolección de alimentos. Otras frustraciones de los agricultores es la inversión que alcanza una cosecha: alquiler de tierras, créditos, insumos, pagos a obreros durante un año para una cosecha de buena calidad, pero todo se ve afectado por la llegada de la familia indígena.
Por último, Inés teme que un agricultor tome justicia por mano propia debido a los constantes robos en los cultivos de plátanos.
