En el barrio 20 de Julio, a orillas del río Guaviare, los habitantes han denunciado la operación de una presunta bomba de gasolina clandestina que pone en grave riesgo la seguridad de la comunidad. De acuerdo con Antonio Vargas, veedor de la organización Redcipaz, varias lanchas cargadas de combustible atracan regularmente en el nuevo muelle, alimentando una actividad ilegal que preocupa a los residentes.
A pesar de las múltiples advertencias realizadas por la comunidad, las autoridades no han tomado medidas concretas para cerrar la estación de combustible ilegal. Esta bomba clandestina se encuentra ubicada en una zona residencial y muy cerca del río, lo que incrementa el riesgo de explosiones, incendios y contaminación ambiental.
Los líderes comunitarios y organizaciones civiles hacen un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para que intervengan de inmediato, clausuren esta operación ilegal y garanticen la seguridad de los habitantes del sector. La inacción puede tener consecuencias devastadoras para la población y el ecosistema del río Guaviare.