Tras un sobrevuelo por la Amazonía colombiana, la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, lanzó un llamado urgente al Gobierno y a las autoridades competentes para detener la deforestación descontrolada que está arrasando con este ecosistema clave para el planeta.
«La Amazonía es un pilar fundamental de la biodiversidad global, y no podemos permitir que siga siendo destruida. Es urgente tomar medidas concretas para proteger estos territorios y frenar el avance de la deforestación», enfatizó la Defensora.
El recorrido, realizado junto a expertos de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), dejó en evidencia la magnitud del problema: la tala indiscriminada, la ganadería, los cultivos ilícitos y las vías ilegales están acabando con grandes extensiones de bosque.
Las cifras son alarmantes: en 2024, la deforestación en Colombia ha aumentado un 35% frente al año anterior, y el 60% de la pérdida de bosque se concentra en la región amazónica, según el Ministerio de Medio Ambiente.
Durante el sobrevuelo en Meta, Guaviare y Caquetá y ocho municipios, se identificaron varios puntos críticos:
Parque Nacional Natural La Macarena: una carretera ilegal atraviesa la zona norte, impulsando el crecimiento de cultivos ilícitos y debilitando la gobernabilidad.
Parque Nacional Natural Tinigua: la expansión ganadera está arrasando con los bosques a un ritmo sin precedentes.
Resguardo indígena Nukak-Maku: la construcción de una vía de más de 130 kilómetros ha incentivado el acaparamiento de tierras y el aumento de cultivos de coca, incluso en zonas ambientalmente frágiles.
Cuenca alta del río Inírida: el auge de cultivos de coca industrial y zonas de procesamiento está contaminando el agua y ejerciendo presión sobre uno de los ecosistemas más vulnerables.
Además, los incendios forestales se han intensificado, agravando aún más la crisis ambiental en la región.
El director de la FCDS, Rodrigo Botero, advirtió que la deforestación descontrolada no solo impacta el medioambiente, sino también la seguridad y la paz en estas regiones.
«Necesitamos reforzar las alertas tempranas sobre la deforestación y otras actividades ilegales. Este es un problema que involucra a todo el Estado, no solo a las instituciones ambientales», señaló Botero.
En el sobrevuelo también participaron delegados de la Procuraduría General de la Nación, quienes evaluarán las acciones a seguir para mitigar la crisis.
La Defensoría insiste en que es momento de tomar medidas contundentes para proteger la Amazonía antes de que sea demasiado tarde.